Según un informe de The Washington Post, el gobierno de Estados Unidos estaría promoviendo activamente la adopción de Starlink, el servicio de internet satelital de Elon Musk, como parte de su estrategia diplomática y comercial. Las gestiones se realizan a través de embajadas y funcionarios del Departamento de Estado, que, sin ofrecer rebajas arancelarias explícitas, estarían vinculando de manera implícita la aprobación regulatoria de Starlink con un mejor posicionamiento en las negociaciones comerciales bilaterales.
Países como India, Bangladesh, Lesoto, Somalia, Pakistán, Vietnam y la República Democrática del Congo han avanzado en las últimas semanas en la concesión de licencias al servicio, en lo que parece ser parte de un esfuerzo orquestado por Washington para expandir el alcance global de Starlink frente a la competencia china en telecomunicaciones.
“El único criterio de la administración en estas negociaciones es beneficiar al pueblo estadounidense, lo que incluye apoyar el éxito de nuestras empresas nacionales”, afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, al ser consultado sobre los vínculos entre Starlink y las políticas exteriores del gobierno.
El caso de India y la presión silenciosa
Uno de los ejemplos más reveladores es el de India, donde fuentes citadas por The Post aseguran que el gobierno local aceleró los permisos para Starlink con la expectativa de mejorar sus acuerdos comerciales con EE.UU. Esta semana, Nueva Delhi aprobó oficialmente la propuesta de la empresa de Musk, lo que acerca al país a contar con el servicio de internet satelital de alta velocidad en áreas rurales y remotas.
Acusaciones de conflicto de intereses
La estrategia, sin embargo, ha desatado controversia. Varios senadores demócratas pidieron investigar si Elon Musk ha utilizado su influencia gubernamental para promover intereses empresariales personales en el extranjero. El Departamento de Estado respondió que “cualquier estadounidense patriota debería querer ver el éxito de una empresa nacional frente a sus rivales chinos”.
SpaceX, la matriz de Starlink, no ha emitido comentarios oficiales hasta el momento.
Implicancias para América Latina
Este patrón de vincular tecnología con geopolítica no es ajeno a América Latina, donde Starlink ya opera en países como Chile, México y Brasil, y donde EE.UU. podría replicar esta estrategia para contrarrestar el avance de Huawei y otras tecnológicas chinas. En un contexto de creciente competencia por el control de las infraestructuras digitales, los gobiernos de la región podrían verse presionados a elegir entre proveedores tecnológicos en función de sus relaciones diplomáticas y acuerdos comerciales.